Kusu o la Isla de la Tortuga es muy famosa por la leyenda que habla de una tortuga gigante que se convierte en isla para salvar del naufragio a dos marineros, uno chino y otro malayo. Cada noveno mes lunar, los devotos van en masa al templo chino que se erige en la isla al igual que el santuario malayo, con el fin de peregrinar. En épocas que no son de peregrinación, la isla es muy tranquila.
Los templos fueron construidos, según cuenta la misma leyenda, por los mismos náufragos, como una forma de agradecer a la tortuga que se convirtió en isla, levantando además un santuario de tortuga que es la escultura más grande de la isla.
Los taoístas son los que llegan a peregrinar en masa a la isla todos los años al Templo Tua Pekong, mientras que los musulmanes se dirigen a los tres Kramat o lugares sagrados, ubicados sobre una colina, a fin de orar por la riqueza, el amor y el matrimonio, la buena salud y la armonía. Los santuarios son también visitados por las parejas sin hijos que llegan a rezar por los niños.
Desde las playas de Kusu hay impresionantes vistas de los alrededores, además de la colina. Las cálidas aguas de la laguna son ideales para nadar.
Para llegar a la isla, se puede contratar un taxi acuático o ir en barco, que demora una media de hora de viaje. Durante la época de peregrinación también hay ferrys que van a la isla de Kusu.