Hay restaurantes que han sobrevivido longevamente en Singapur, a pesar que los comensales han visto como muchos restaurantes suben y luego caen. Hay algunos restaurantes que han soportado en silencio los inevitables ciclos, pero hoy siguen ahí, en pie, sirviendo a los hijos y nietos de los que fueron clientes en el pasado.
El Restaurante Shashlik y Lugar de Pete, han conservado su ambiente antiguo, mientras otros, como el Gordon Grill y Bolonia Ristorante, han acicalado sus menús y ambiente interior para ponerse al corriente de los nuevos tiempos.
El Restaurante Shashlik ofrece una sopa borsch pinchito que no se encuentra en ningún otro lado de Singapur. Según cuenta la historia, el primer restaurante ruso de Singapur, Troika, se estrenó en Bras Basah en 1943, trasladándose posteriormente a Liat Towers en 1967. Cuando el troika cerró sus puertas en el año 1986, un grupo de ex funcionarios se unió para crear el Shashlik.
Aunque han pasado ya 25 años, este restaurante sigue sirviendo la sopa borsch y el plato al horno, Alaska, continúa también sirviéndose con bombos y platillos.
El Gordon Grill, es el vagón de la carne, donde todo comienza con un delicioso carpaccio de carne wagyu. Este restaurante tiene su actual ubicación desde 1965, desde cuando pasó a llamarse Grill Gordon. En el 2004 este restaurante fue completamente renovado, llevando en su interior una completa gama de colores neutros.
La mayor parte de los comensales que se dirige a este restaurante de cortes de carne Premium, va por los diferentes tipos de cortes de carne que son preparados por un chef ejecutivo.
El Restaurante Bolonia debutó como restaurante de alta cocina italiana en 1987, junto con el inicio de la Marina Hotel Mandarin. Después de su renovación en el 2005, el restaurante Bolonia tuvo una transformación completa.
La comida mas apetecida de este lugar, comienza con un asado italiano de langostinos importados, bacalao y mejillones, seguidos por Tortelli relleno de boletus.
El Lugar de Pete es uno de los comedores más populares de Singapur, por sus muros de ladrillo rojo, que mantienen su aspecto rustico, transmitiendo la misma sensación que daba cuando abrió sus puertas, en 1971. El buffet de sopas y ensaladas sigue siendo clásica, con abundantes sabores.
En la Sala de Tiffin, se sirven comidas ligeras, además de un sobresaliente buffet con pimiento plagado de papadum y Goan.