El Hotel Club Boutique es un lujoso hotel de 22 habitaciones, situado en un sitio histórico de Chinatown y emplazado dentro de un imponente edificio histórico que data de 1900, este hotel de diseño es a la vez un patrimonio de la zona, una zona de moda en Singapur.
Este hotel consigue mezclar el minimalismo contemporáneo y antiguo, además de lo oriental. Este es un hotel fundado por un comerciante Hindú, quien apostó por este hotel luego de una interesante y larga trayectoria marcada de éxitos en sus empresas.
Los que visitan Singapur, saben que las calles son ruidosas y que los hoteles en sus restaurantes ofrecen grandes pantallas deportivas, grifos de cerveza y canastos de papas fritas, cosa que en este hotel es por el contrario, un lugar minimalista y monocromático, con una cocina española decente y discreta.
Muchos hoteles de Singapur no están insonorizados, pero este hotel si lo está, contando en cada habitación con ventanas dobles y mucha luz natural, ésta última no solo en las habitaciones sino también en los pasillos. El Hotel Club Boutique ofrece dos categorías de alojamiento, decorados con características singulares, como lo son los colores, insertos dentro de una paleta de colores negro y blanco que dan un aspecto moderno, una sensación de espacios más amplios y discretos, en contraste con la algarabía de Chinatown.
El bar de tapas es perfectamente válido para la cena, pero también está el restaurante principal, donde se pueden servir montaditos de salmón y tortilla, pulpo a la gallega, que es un preparado de pulpo cocido con patatas nuevas y cuatro clases de paellas. Los precios de este hotel van desde los USD 150 por noche.
Este hotel ha sido galardonado por su diseño, que rinde homenaje a los inicios coloniales de Singapur y la rica herencia china de Ann Siang Hill.
En las paredes de los dormitorios hay una serie de animales simbólicos como los colibríes, las ardillas, ranas y ratones, que han sido pintados por el artista local Wyn-Lyn Tan. Hay también una serie de tallas de madera salpicadas de color blanco que provocan visualmente a los visitantes desde la misma entrada al hotel. Las antiguas lámparas de techo y todo lo que decora los espacios está acorde al antiguo legado del edificio y el patrimonio de la zona, evocando un sentido de elegancia y autenticidad.
Vía: theclub