Los singapurenses han dado la bienvenida al Año del Conejo, que anuncia fertilidad y nuevas aventuras, por lo que el gobierno de Singapur aprovechó para mandar un mensaje a la población, y pedirles que tengan muchos hijos, ya que durante el año 2010, la tasa de natalidad cayó a un mínimo histórico de 1,16%.
El gobierno está ofreciendo incentivos económicos a quienes tengan hijos, sin embargo, nada parece entusiasmar a la gente, que quizás evalúa la temporalidad de los subsidios, versus los crecientes costos de vida del país, que serían permanentes
Todo esto ha llevado a muchas parejas jóvenes, a decidir no tener hijos, y esto se suma a un creciente fenómeno que ha impulsado la inmigración, lo que ha causado una desconexión con las raíces de los habitantes tradicionales del país.
Los inmigrantes podrían terminar siendo los nuevos ciudadanos que den juventud a la sociedad singapurense.
Durante el año pasado, la tasa de inmigrantes ya era de un 36%, coincidiendo con el crecimiento acelerado de la economía local, de un 14,7% durante el año 2010. Este año se espera que el crecimiento económico de Singapur sea mucho menor que antes, y como les comentaba antes, el gobierno, les paga a los ciudadanos para que tengan hijos. Por qué estas medidas no funcionan, habría que ver los requisitos que ponen para acceder a esos beneficios, y su temporalidad.
Por lo que se ve, las madres modernas son mucho más conscientes que las de antes, piensan antes de procrear, en el bienestar de sus hijos.
Vía/ mexico.cnn