Entre el 2 y el 17 de febrero, millones de personas celebran la llegada del Año Nuevo Chino, o lo que es lo mismo, el inicio del año 4.709, el Año del Conejo.
Las viejas tradiciones y leyendas reviven apenas comienzan estas celebraciones, entre las que se encuentra la historia del monstruo Nien, que según cuenta, existió un enorme monstruo con cuernos, que durante todo el año vivía en el fondo del mar, hasta que en la noche previa al Festival de la Primavera, salía a comerse las cosechas, los hijos de los campesinos y destruía los hogares de la gente, generando terror.
Pero todo esto terminó cuando al pueblo de campesinos llegó un mendigo, justo en momentos en que la gente se apresuraba a huir hacia las montañas, sabiendo que pronto llegaría este monstruo a destruirlo todo. Nadie le prestó ayuda ni auxilio, pero una anciana que lo recibió en su casa, le dejó quedarse allí mientras ella huía.
Cuando apareció el monstruo en el poblado, quedo plasmado al ver que el mendigo estaba sonriendo y celebrando con fuegos artificiales en la casa de la anciana, además de haber decorado la casa con velas y haber pegado un papel rojo en la puerta. En monstruo, enfurecido, volvió a las profundidades del mar, y nunca más regresó a atacar el pueblo.
Cuando la gente regresó al pueblo y vio que no había ningún destrozo, agradecieron al mendigo y comenzaron a celebrar el Festival de la Primavera. Desde ese momento quedó la tradición de decorar las casas con estelas de papel rojo, en las cuales se plasma los deseos por escrito para atraer la prosperidad.
Las celebraciones duran sólo unos días, pero el festival dura varias semanas. Otra costumbre que surge durante este período, es la de colgar “coplas de primavera” alrededor de la casa, las que no son otra cosa más rollos y cuadros de papel que contienen palabras de buen augurio.
Las hijas casadas deben regresar a la casa de sus padres en el segundo día del Año Nuevo Chino, mientras los maridos tienen que llevarle regalos a la familia de ella y durante el tercer día del Festival, toda la gente se acuesta temprano, porque se cree que los ratones de la casa cazan a sus hijas.
Y así suma y sigue una serie de rituales que se repite religiosamente cada año para honrar la llegada del nuevo año.
Vía/ abc