Chinatown es un auténtico paraíso para los amantes de la comida. Este enclave, además de las vistas, sonidos y colores, tiene una riqueza culinaria inmensa, que se despliega con especial énfasis para los festivales chinos.
Un mes antes del Año Nuevo Chino, se venden varias delicias para la gente, tales como el pato encerado, las salchichas chinas, pasteles de Año Nuevo, mandarinas, dulces y muchas cosas más. Para el Festival de Otoño, las tiendas están decoradas con linternas y muestras de tortas en forma de luna.
Una ruta famosa para comer en Chinatown es la Calle Smith, una calle que se cierra al tráfico apenas cae la tarde, adquiriendo una personalidad gregaria y entretenida para los visitantes. Son típicos los fideos fritos o los mariscos, que se preparan a la plancha para los visitantes.
En el centro de Maxwell, hay más de 100 puestos con un rebaño de vendedores ambulantes, que se pasean vendiendo arroz con pollo, pasteles de tapioca, buñuelos de carne y gachas de carne de cerdo, por nombrar algunos platos que preparan. La hora de almuerzo puede llegar a ser intimidante, por las largas colas que se forman para adquirir alimentos.
El Restaurante Yum Cha, cuyo nombre significa “beber té”, entrega una gran experiencia culinaria en Chinatown. Además de la sopa de aleta de tiburón, los tallarines fritos con carne, las costillas de cerdo al champagne, el rack de cordero picante y otras especialidades, este restaurante es famoso por sus platos de dim sum, que también se ofrecen en una merienda buffet diaria.
Si se trata de comida europea creativa, el Restaurante Siete en Club tiene las opciones sumando una completa carta de vinos en medio de un ambiente acogedor. Entre sus especialidades está la sopa de langosta, el lomo a la parrilla, la carne en tiras y el fondue de chocolate Valrhona. El chef de este restaurante atiende las peticiones especiales de sus clientes.